Los Asesores inmobiliarios no tenemos muy buena reputación, gracias a todas las personas que deciden que ellos pueden vender y rentar poniendo una lona y a esperar la llamada, sin estudios inmobiliarios, cobrando un porcentaje mucho menor que una oficina inmobiliaria o franquicia inmobiliaria o cobrando un sobreprecio lo que ellos puedan sacarle al comprador a esto le llamamos coyotes.
Para ser un Corredor Inmobiliario Profesional, no basta con ser simpático o familiar o amigo del propietario o del comprador o haber tomado un curso de 6 horas, o creer haber visto todo por haber participado directa o indirectamente en una operación inmobiliaria. Ser un profesional es mucho más que eso.
El Corredor Inmobiliario Profesional, es una persona física, que se gana la vida habitualmente prestando sus servicios de mediación, asesoramiento y gestión en transacciones inmobiliarias relacionadas principalmente con la compraventa o renta de inmuebles, realizando su trabajo con aplicación, seriedad, honradez y eficacia.
Sin embargo para que pueda prestar un servicio de excelencia es indispensable que además de contar con una adecuada experiencia, reúna un conjunto de conocimientos prácticos y teóricos.
El Corredor Inmobiliario Profesional, debe tener una serie de conocimientos sólidos relativos a aspectos físicos, jurídicos y fiscales de los inmuebles; sus valores, mercados, comercialización; conocer los tipos de trasmisión de propiedad, sus requisitos, tener conocimientos relativos a sucesiones, poderes, posesión, prescripciones, caducidad, el contenido que deben tener los contratos para su valides y que tipo de contratos son los más adecuados, regímenes de propiedad, gestiones ante diversos tipos de autoridades como son: Registro Público, tesorerías, archivos de notarías, Obras Públicas, SEDUVI etc.; Tipos y facilidades de financiamientos, tasas, plazos; arrendamientos; administración de inmuebles; y mucho más.
Actualmente en muchos estados de la república, al igual que en muchos países del mundo, se requiere de una licencia o patente para poder realizar este trabajo. Esto le garantiza al usuario de los servicios inmobiliarios por un lado, que El Corredor Inmobiliario está capacitado, ya que para obtener la licencia se requiere de una certificación y por el otro, que su actividad y actuación está regulada por una autoridad que podrá exigirle e incluso sancionarlo si hay una deficiencia importante en su actuación.
Esta licencia o patente inmobiliaria, ayudará a que oportunistas incapaces y con falta de ética se ostenten como Corredores Inmobiliarios, afectando a todo el sector con la mala imagen que generan en el público.
La experiencia es también un factor importante. Hay muchos aspectos que no se encuentran en los libros o cursos. Por ejemplo: cuanto tiempo tarda y como se obtiene una constancia de libro, como se tramita un uso de suelo, un alineamiento y número oficial, márgenes de maniobra de un valuador, como dar seguimiento a un trámite en el Registro Público, o problemas con autoridades y como solucionarlos, etc.
Sin embargo para que un Corredor inmobiliario sea todo un Profesional, tampoco es suficiente tener todo el conocimiento, ni toda la experiencia, se requiere además trabajar en base a un sistema que le permita dar un servicio más o menos uniforme, que le facilite su trabajo, evite pasar por alto algún aspecto importante; también es necesario tener bien informados al comprador, al vendedor, a la notaría, a los funcionarios bancarios que participan en una operación si es el caso; al valuador y colegas que intervienen en algún aspecto del negocio. Y sobre todo, tratar de no dejar ningún cabo suelto y cumplir con los acuerdos pactados en tiempo.
El Corredor Inmobiliario Profesional no nace, se hace. Se hace estudiando al menos una hora diaria -recomiendan algunos capacitadores-, llevando un registro de todas sus operaciones, interactuando y aprendiendo con otros profesionales del ramo, conociendo las necesidades de sus clientes, analizando su actuación en cada intervención para corregir o mejorar procedimientos.
Selecciona y califica productos y clientes, coordinando a las partes que intervienen en una operación para que salga todo en tiempo, con certeza jurídica, evitando algún daño patrimonial a las partes, observando un código de ética – ejemplo de código de ética es el de la Asociación de Profesionales Inmobiliarios, AMPI-; El profesional estudia constantemente el mercado, productos, precios, técnicas de venta y se mantiene actualizado en cuanto a cambios en legislaciones y disposiciones oficiales, créditos y mercado.
En unas palabras, actúa con aplicación, seriedad, honradez y eficacia.
Los corredores tratan con personas y son ellas en última instancia las que apreciarán que tan profesional es el corredor, por lo tanto, la información, el trato cordial y agradecimiento a todos los involucrados en una operación inmobiliaria podrían ser la cereza del pastel de un Corredor Inmobiliario Profesional.
Es un trabajo apasionante no hay un día igual a otro, mas hay que trabajar los 7 días de la semana, estudiar, actualizarse constantemente , resolver, servir y dar resultados , después de saber todo lo que hacemos cuando pienses vender , comprar o rentar acércate a gente profesional te aseguro que te simplificaran tu proceso de venta , renta o compra.
FUENTES
EL UNIVERSAL
LEOPOLDO JARQUE